Una madre prefiere parir a su serpiente que a su retoño.

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miércoles, 26 de octubre de 2011

Parménides: mundo onírico.






¡¡Ooooooooooooh!! *.*

Porque Parménides también duerme. Claro, y sueña.
A Parménides le gusta soñar con su ruedecita. Él está en ella, corriendo como si fuera a llegar a algún sitio. Y de pronto, se suelta de la "jaula" virtual, y corriendo en su ruedecita, llega hasta el mundo mágico de los hámster filósofos. Y se alegra mucho, porque es todo tan perfecto y bonito. Hay pipas, y comidita de hámster, y muchos bebederos con multitud de aguas de sabores. Sí, y túneles de colores, con tobogancitos y ruedecitas. También hay coches, claro. Bueno... coches no es el término adecuado; son pequeñas bolas de plástico donde los hámsters se meten y corren para llegar a los sitios.
Además, allí siempre es de noche, porque los hámsters son animales nocturnos; pero está bien iluminadito para que puedan ver bien y no se choquen con sus hámster-bolas-coches.

A Parménides también le gusta soñar con su madre. Sí, Parménides, ahí donde le veis, tan virtual e informático, tiene mamá. Se llama... ummmh... Hipatia. Sí, eso. ¡Hipatia! Pero claro, Hipatia es una hámster filósofa de otro tiempo, y por eso no se conocen. Pero sí, es su madre. ¡Claro!
Pues eso, que a Parménides le gusta soñar que está con ella, abrazadito, y ella le dice: ¡Parménides, ten cuidado con los cristianos! ¡Ten cuidado!
Entonces, de repente, el sueño de Parménides se sobresalta, se transforma en pesadilla, y su mamá Hipatia muere apaleada, descuartizada y exhibida públicamente por cristianos. Parménides despierta, empapado de sudor, exaltado, asustado. Y pa' relajarse, bebe agua, que le traquiliza.



Ah, se me olvidaba. A Parménides también le gusta soñar lógicamente. Sólo con ser, nada de no-ser. Aunque eso no es una elección, tan sólo es que soñar con no-ser es es imposible, porque ese no-ser, es, por tanto es ser. Y Parménides sonríe mientras sueña. Porque se da cuenta que está soñando con una lógica aplastante.
Y cómo no, sueña que Heráclito es tonto. Y sonríe de nuevo, porque esto, es ser.

2 comentarios:

  1. Jajajajajaja ay, dios, me ha encantado esta entrada, sobretodo el último parrafo jajajajajaxD

    Que sepas que me es imposible estudiar Parménides sin ver a un hamster con túnica (no se por que, pero asi me lo imagino yo xDD)

    Saluditos :)

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  2. jajaja si, kairi!! De los hamsters de los Simpsons que les daban la droga de bart y se ponian todos sentaditos en sus pupitres a atender al profe-hamster! xDD
    A mi tambien me ha encantado la entrada!! xDD
    *Que mono esta cuyando duerme! ^^

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