Y se lo digo a Roxas. Me dice: escribe sobre el acto de escribir.
Y, como reto personal, me propongo escribir algo rápido, sin más, sin pensar demasiado.
Un solo minuto después, aprieto la última tecla, el punto.
· Escribo. Primera tecla: mayúscula. Después, E. Formo la palabra “escribo” y explico cómo lo conseguí. Una estupidez que por escrito suena mejor que nunca, porque todo por escrito suena mejor. Las letras más idiotas, correctas en su forma, llenan espacios y despejan nieblas. Porque sí, los mayores pensamientos siempre fueron idiotas, en algún que otro momento. Como las letras, que retratan este relato. Y como un retrato, lo expongo y lo reitero. Lo escribo. Última tecla: punto.
No es que sea muy esmerado, pero me gusta. Como también me gustan las fresas y las mantas gruesas.
Porque sí, a veces la sencillez, es la más perfecta de las complejidas.
Me ha ENCANTADO esta entrada!!!
ResponderEliminarMe atrevo a decir que es la que mas me ha gustado de todas las que has hecho.
Con miedo a equivocarme? si. Pero, una verdadera apuesta no consiste en hacerlo cuando se tiene miedo de fallar?
Me alegra que te guste, de verdad.
ResponderEliminar¿Sabes? Hoy estoy feliz :)